El sábado 30 de diciembre de 2017 Eventos de DJ Die íbamos a
asistir a lo que sería el último concierto del año, concretamente en la Sala
(se llama así) de la capital hispalense donde Poncho K nos deleitaría con un
show exclusivo para 250 personas.
Aunque apuntaba al Sold Out, la sala no llegó a llenarse del
todo.
Con unos minutos de retraso a eso de las 22.20 apareció solo
Poncho K junto con su guitarrista, ya me percaté de que sería el bolo acústico
porque no habían montado ninguna batería, con lo que quedaría un concierto más
íntimo y más tranquilo, de ahí que uno sea invitado a estar sentado en una de
las sillas de la Sala, que de pie.
Tras posicionarnos para tomar algunas fotos, arrancaban con
“El Gallo de la Veleta” del disco que presentaban “11 Palos”, continuaba con
temas más clásicos como “Herrero” del plástico “Cuantovaquere” y “Quemar los
poemas” perteneciente a “Destino de Pluma y Mano”.
“Un Golpe por seguir vivo” del álbum “Una Historia con las
Manos” quedó muy emotiva, ya que el que público cantaba los estribillos.
Continuábamos con “De Ninguna Parte” de “Caballo de Oro”,
donde el guitarrista nos deleitaba con un solo acústico, con “Borracho” de “Cuantovaquere” y “Quien apagará” de
“Caballo de Oro”.
Regresábamos al disco último “11 Palos”, por lo que la
elegida para tocar la siguiente sería “Carniceros” y para intercalar más éxitos
viejos como “Duermes” de “De no Quiero Empates”.
Y llegó el momento flamenco con “Carnívoro cuchillo” de
“Cantes Valientes”, para volver con el estilo rock urbano pero acústico (en
esta ocasión) con “Estoy, me voy” de “No Quiero Empates”.
No obstante, no sería hasta “Punky Gitano” de “Una historia
con las Manos”, donde el público se animó a tocar las palmas como si una fiesta
gitana se tratara.
“Así me lo inventó” de “Cuantovaquere” sonaría preciosa en
este formato acústico, aunque algunos fans me comentaban que se echaba en falta
una batería, que aunque fuera el bolo acústico, también podría unirse un bajo
para no dar sensación de vacío en algunas partes del concierto.
Pero, bueno el show continuaba así con “Romper a Volar” y
“El Bicho” ambas de “Caballo de Oro”.
Sin duda, la canción más callejera sería “No me sale del
Coño” de “11 Palos”, donde el cantante bromeaba con las palabrotas que había
dicha en la canción.
Seguíamos rescatando viejas glorias como “Revancha” de “No
Quiero Empates”, que vino que ni pintado porque en el disco también es la
versión acústica.
“Amor Platónico” de “No Quiero Empates”, nos recordaba a la
banda Extremoduro y es que es normal por la similitud de estilos entre estos
grupos.
En “Magia pura” de “11 Palos” se subió Alfonso, cantante de un
grupo de otro estilo diferente, que nos deleitó cantando algunas partes de los
estribillos y también hacía los coros, que quedaron bastantes bien con la voz
de Poncho.
Tras despedir al corista, se dejó paso a “Arrebatos de
primavera” de “Caballlo de Oro” y la esperadísima “Manolito Caramierda” de “Una
historia con las Manos”, que fue una de las más cantadas por el auditorio.
Turno para una de mis favoritas “Verborrea”, en la que
colaboran en el disco Roberto Iniesta e Iñaki Antón de Extremoduro, una lástima
que no estuvieran para tocar esa noche.
Llegaban los últimos temas del concierto con “Una historia
con las manos”, que da título al álbum, “Al Marchar” de “Caballo de Oro” y “Lo
Tierno y la Corteza” de “11 Palos”.
Con esta última dejaron los instrumentos, pero a los pocos
segundos volvieron a enfundarse las guitarras para sacar un tema que tenían
guardado en la recamara: “Al Trote” de “11 Palos”.
Pero, no sería el único bis que tocaran porque “De Sereno”
de último plástico sería el último coletazo de la noche.
En conclusión, buen concierto por parte de Poncho K, que a
pesar de ser en formato acústico, se nos hizo bastante llevaderas esas 29
canciones que tocó junto con su guitarrista.
Esperemos que no tarde en volver a Sevilla, pero con toda la
instrumentación, porque hay ganas de verlo.