En la noche
del Viernes 9 de Noviembre de 2018 pusimos rumbo a la conocida sala “La Calle”
ya que allí se fraguaba un evento llamado “Simphonic Autumn Nights”. Tres
bandas de este estilo se reunían: Light
Among Shadows, Last Days of Eden
y Eternal Dream.
Los
malagueños Eternal Dream inauguraron
la velada y apostaron por una voz femenina operística en la línea del metal
sinfónico. Con la Intro de la brillante “Daementia”, la cual da nombre a su
nuevo plástico, saltaron a escena los miembros de la banda: José Gil a la
guitarra, Alejandro Rodríguez a la segunda guitarra, Antonio Motta al bajo,
Isaías Montiel a la batería y en último lugar se unió la vocalista Ana Moronta.
También
presentaron canciones de su nuevo álbum como “Anxiety” o “Insanity”, las cuales
demostraron el nivel técnico y la madurez que ha alcanzado el grupo.
Además,
tocaron temas de su anterior disco “The Fall Of Salanthine”. Por ejemplo la
majestuosa “God Of War”, la implacable “Elysian Era” o la rápida “Frozen
Salanthine”, que deja a uno helado de emoción. A pesar de tener problemas de
sonido durante casi todo el concierto (considero que) se desenvolvieron con
mucho arte y soltura. Se despidieron con “Reverie” y con mi favorita: “Wrath”.
Por cierto que de esta última han hecho un currado videoclip en YouTube.
No obstante,
como el público pidió otra porque tenía ganas de más, dieron carpetazo con
“Euphoria”, con la que Ana bajó del escenario para cantar junto a su público.
José el guitarrista también se animó a bajar para hacer las delicias del
respetable con sus solos de guitarra.
Por último,
cabe destacar que ofrecieron un show en directo inigualable cargado de energía
y espectáculo, muy bien desarrollado y contundente.
La segunda
banda en darlo todo fue el conjunto asturiano Last Days of Eden, que aportó mayor instrumentación que el grupo
anterior: violín eléctrico, teclados y flauta travesera más los instrumentos
propios de conciertos de metal: bajo, guitarra y batería.
Estos venían
a presentar “Chrysalis”, su nuevo plástico. Abrieron el bolo con “Dead Man's
Tale” y prosiguieron con “The Roots of Life”. Con esta quedó patente la clara
influencia que Nightwish ejerce
sobre ellos porque se asemejan tanto a
las voces de Lady Ani (y su look a lo Floor
Jansen) como a los teclados de Juan Gómez, la guitarra de Dani G, el violín
de Sara Ember, el bajo de Adrián Huelga, la batería de Leo Duarte y la flauta
Andrea Joglar.
Con “The
Storyteller” nos maravillamos por la forma en que Sara tocaba el violín y por
la voz de Ani, que se escuchaba baja aunque el micro ya estaba arreglado.
Con “The
Wanderer” Lady Ani nos recordaba a Anette
Olzon (antigua cantante de Nightwish
que ahora lidera la formación Dark
Elements) porque su interpretación y el tono de las voces son muy
parecidos.
Con mucha
fuerza y energía llegamos a la recta final con “Heading for the Sun”, que
seguía la misma línea de las anteriores canciones pero con solos de guitarra y
violín más Folk-metaleros.
Pero el
momento cumbre de la noche tuvo lugar cuando se subieron 4 vocalistas femeninas
a cantar “Aedea’s Daughters”: Ana de Eternal Dream, Bethany Newman de los
separados Eteddian (que ahora está
de corista en los actuales Wild Chain),
la cantante María Barragán de Light
Among Shadows y Lady Ani.
Y para poner
broche final a un emotivo y movidito concierto, tocaron la enérgica
“Forevermore” y también “The Piper’s Call Paradise”, con la que Andrea la
flautista nos encandiló cambiando su instrumento por una gaita.
La banda
encargada de cerrar el evento fue el grupo gaditano-sevillano Light Among Shadows, que venía a
presentar su nuevo álbum: “Under The Waves”. Salieron uno a uno los componentes
de la banda y, como no, la última en hacer acto de presencia fue la frontwoman,
María Barragán, para cantar “A Frozen Heart”. Debido a que apenas se escuchaba
su voz (por algún fallo técnico), el bajista bromeó con que la primera canción
no valía. Así que una vez solventado el imprevisto, por fin pudimos apreciar la
melosa voz de María mientras cantaba “The Lonliest Road”, que apostaba más por
tonos que expresan melancolía, al estilo de la banda Sirenia, a lo Gothic Metal.
Como había
anunciado el guitarrista Adrien Fowls en un video-mensaje de Facebook, el
conjunto andaluz cantó muchas canciones de su nuevo plástico. La siguiente
sería la bonita y profunda “Deep Blue Sea”, con la que el guitarrista se lució
haciendo todos los solos de guitarra a las mil maravillas.
También
cayeron canciones antiguas como “Of Wonder and Horror” del álbum “Welcome Back”
que la nueva vocalista María supo defender a la perfección con su registro
vocal. Eso sí, el problema técnico de la voz baja persistiría hasta casi el
final del concierto.
Cuando llegó
el turno de “Blood And Thunder” llamaron a Bethany Newman para que se
repartiera versos con María y la cantaron agarradas de las manos. El tema quedó
precioso.
A
continuación vino “Lost in a Sea of Nightmares”, que no sonaba igual porque,
como ya he señalado, la nueva cantante tiene su propio estilo.
Por último,
remataron el bolo por todo lo alto con una de mis favoritas: “A Tale Not To
Fall Asleep”, cuyos rifts me recuerdan a la banda de Power Metal Saratoga. De hecho, los telonearon hace
unos años y así fue como conocí a esta genial banda. Y mientras los músicos se
despedían de su público sonó el corte “A Tarnished Mirror”.
Sin duda,
fue una lástima que no se escuchara como es debido la voz de María durante
buena parte del concierto, los típicos contratiempos del directo, pero, por lo
demás, estuvieron geniales. Esperemos que no se demoren en organizar otra noche
de metal sinfónico.
Mis más
sincero agradecimiento a mi amigo Alejandro por ayudarme a preparar la crónica,
a mi colega Carlos por revisar los textos y, especialmente, a la organización,
bandas y a la sala por concedernos los pases de prensa.
¡Muchas gracias
y nos vemos en el próximo evento!