En la noche del Sábado 23 de Noviembre de 2019 me dirigía a
la sala Fanatic de la capital hispalense porque tenía una cita obligada con el
Power Metal. Ya en la entrada y a eso de las 20:45 incondicionales de Opera Magna – la banda en cuestión --
esperaban (con cierta impaciencia). Una vez canjeado mi pase de prensa y
solventado el imprevisto de que no aparecía en lista, entré apresuradamente
para coger el mejor sitio, lo que resultó fácil pues aún había pocos asistentes
en la sala sobre todo en las primeras filas.
Sobre las 21:15 saltaron a escena los teloneros escogidos
pocos días antes del evento: Anima
Barroca, a quienes ya he tenido el gusto de ver en la sala Orpheus Rock
(pero en dicha sala no hizo justicia el sonido, menos mal que esta vez sí
funcionó como Dios manda). Venían para presentar su primer disco, “Inri”, del
cual tocaron canciones como “Estrella de guía”, “Cuarenta días” o “Bajo la
cruz”. El público estaba bastante animado y vi una banda muy compacta a pesar
del poco rodaje que tienen. Acto seguido el frontman nos invitó a comprar su
nuevo plástico diciendo, literalmente, que tenían un CD “tela de guapo” en la
mesa de merchadising. Después siguieron repartiendo caña con temas como
“Getsemaní”, continuando con “Al tercer día”, para poner el broche final con
“El tártaro”. El cantante hizo las delicias del respetable con su gran timbre y
los guitarristas hicieron lo propio con sus potentes solos y rifts de guitarra.
Y mi amigo Pepe, batería y motor de este grupo sevillano, también se lució con
su buena pegada y técnica. Sin duda, dejaron el listón muy alto para lo que a
continuación se avecinaba.
Tras el cambio de backline y llenarse la sala a poco más de
la mitad llegó el esperado turno de Opera
Magna. ¡Por fin he tenido la gran oportunidad de disfrutar de su show en
vivo! Estuve a punto de verles en el Festival Leyendas del Rock de 2018 pero no
coincidí con ellos porque tocaban en el escenario Mark Real y yo estaba en el
escenario principal viendo Amorphis a
la misma hora. Ahora me he quitado esa espinita. Pero no me he enterado del set
list completo, sólo sé que tocaron algunas canciones por lo que me ha soplado
un miembro de Esquirlas de Metal y por las que he memorizado.
Debo decir que banda y público estuvieron sincronizados
desde el minuto uno. Cantaron todas las canciones del set list incluidos
singles y grandes éxitos de los 3 actos “Del amor y otros demonios”, haciendo
los coros --- los típicos hey, hey, hey ---- y alzando los brazos, eso sí moderados
por el vocalista. Claro ejemplo de ello fueron “Por un corazón de piedra “, “La
herida “, “Para siempre” o “Donde latía un corazón”. Esta última me recordó a
la banda italiana Rhapsody pero cantado en español. También disfrutamos de
virtuosos solos de guitarra en “Hijos de la tempestad”, “En la trampa del
tiempo” y otros tantos temas, que tocaron de fábula.
Además, como venían a presentar “Del amor y otros demonios -
Acto III” tenían que caer unas de mis favoritas del grupo el video-lyric “Mi
reino, el olvido” y “In Nomine”, entre otras, que sonaron de escándalo y en las
que el frontman incitó a uno de los guitarristas a tocar más rápido. Tocaron el
disco nuevo al completo, aunque no sé muy bien en qué orden exactamente.
De cara a la recta final eligieron la larga “Lo soñado y lo
vivido” y la hermosa pero veloz “El pozo y el péndulo”. Tras esta amenazaron
con finiquitar su concierto pero no sin antes tocar “Horizontes de gloria”.
En conclusión, demostraron gran categoría y profesionalidad,
no sólo por el gran nivel vocal del cantante sino también por los musicazos que
le acompañaban. Decir que son unos fuera de serie es quedarme corto. Lástima
que no tengan la fama de la que gozan Tierra
Santa o Saratoga porque yo los
catapultaría al olimpo del Power Metal nacional.
Finalmente la banda me dijo que tocaron en el set list los
tres actos “Del amor y otros demonios” en orden y después: “El pozo y el
péndulo”, un fragmento de "El último caballero" y “Horizontes de
gloria”, así que no iba mal encaminado ;)
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